Tarta Telaraña

Este bizcocho genovés es el ideal para hacer tartas rellenas, saldrá esponjoso, con altura y plano. no se creará el típico volcán en la superficie.

Precalentamos el horno a 180 grados con calor por arriba y por abajo.

Con unas varillas, batimos los huevos, el azúcar, la sal y la esencia de vainilla. Esta última es opcional, como más os guste, yo la añado porque le da un toque que me encanta. Debemos batir a velocidad media-alta hasta que la masa triplique su volumen, de esta manera conseguiremos un bizcocho esponjoso. Yo he estado aproximadamente 10 minutos.

Después añadimos la harina tamizada y la incorporamos de manera suave con movimientos envolventes para que la masa baje lo menos posible. Ya tenemos la masa del bizcocho que verteremos en un molde previamente engrasado y metemos al horno alrededor de 25 minutos. Ya sabéis que debéis echarle un ojo de vez en cuando, ¡cada horno es un mundo!

Lo sacamos y dejamos enfriar para cortarlo, si lo hacemos en caliente la masa se deshará con facilidad.

En este caso yo la he rellenado de nata pero también estará estupenda si utilizáis la receta de crema pastelera que ya hemos aprendido (para la receta de crema pastelera pincha aquí)

Batimos la nata y cuando haya cogido algo de consistencia añadimos el azúcar. No os digo cantidad de azúcar porque a mí me gusta añadir y probar, así la haremos a nuestro gusto. Yo no la he muy dulce porque luego bañaremos la tarta con cobertura de chocolate.

Calentamos la nata en un cazo y cuando comience a hervir, la vertemos en un bol donde tendremos preparado el chocolate troceado y la mantequilla. Batimos con energía hasta que se integre todo bien y tengamos una cobertura homogénea. Añadimos las dos cucharadas de agua para conseguir un aspecto más brillante.

Es hora de montar nuestra tarta: cortamos el bizcocho por la mitad y lo rellenamos de nata. Vertemos la cobertura de chocolate encima de la tarta y dejamos que cubra el bizcocho por completo. Podemos ayudar a cubrirlo con una espátula, extendiendo el chocolate por los bordes.

Y por último haremos la telaraña. Colocamos chocolate blanco fundido en una manga pastelera con boquilla pequeña y hacemos círculos concéntricos en la superficie de la tarta. Con un palillo hacemos líneas sobre los chocolates desde el centro hacia el exterior en forma de “quesitos”.