Galletas de mantequilla

Mezclamos los tres ingredientes: la harina, el azúcar y la mantequilla. La mantequilla es mejor que esté a temperatura ambiente para que sea más fácil que la masa quede homogénea.

Una vez que tenemos nuestra masa bien integrada, la estiramos con un rodillo dejándola de un grosor de 1cm. Con un cortapastas, o si no tenéis, un vaso del diámetro que queráis, hacemos nuestras galletas.

Forramos con papel de horno la bandeja y las colocamos un poco separadas. Con el horno precalentado a 180 grados con calor por arriba y por abajo, las vamos a hornear 10-12 minutos. Se empezarán a dorar por los bordes y aunque las notéis un poco blandas, no pasa nada, mientras se enfrían fuera del horno se endurecen.